Hola chicas, cómo están!!? Disculpen la tardanza pero tuve un contratiempo, pero ya estamos devuelta publicando el último vídeo de esta cuarta etapa de este propósito maravilloso.
Donde estuvimos hablando de salud y la belleza espiritual de una mujer cristiana.
Vamos a repasar un poquito, para que quede bien clarito lo que se habló.
Dijimos que nosotras somos el templo del Espíritu Santo, el cuál debemos cuidar con anhelo y celo. Que la belleza que realza tu autoestima es la "Belleza Interior", porque es de donde sale nuestro brillo y juventud, es la que representa a nuestra imagen para el exterior, es la que hace que todos pasen a admirarnos con desdén.
La belleza interior es la que produce en nosotros un deseo de cambio y de trato personal para con los demás, y no tiene nada que ver en como te vestís, porque podes ponerte un vestido de Kosuiko y brilloso y no lograr el impacto que queres. Es decir, si queres conquistar a un hombre y tener toda su atención y su mirada puesta en vos, debes ser autentica sin miedo al que dirán, vistiendo de la manera como vos queres y no como la moda o los demás digan, porque estarías siendo como un maniquí (sin vida, sin brillo, sin gracia, sin nada para ofrecer ni dar)
Entonces, chicas, miren para su interior y vean que es lo que están transmitiendo, si la belleza que realza tu rostro porque el propio Espíritu Santo mora en vos, o la belleza que muestra el mundo de una mujer ideal que no tiene nada que ver con la vida cristiana, y si con nuestro deseo personal.
Ese es otro tema que nos perjudica a muchas de nosotras, el deseo personal de satisfacer nuestros más e íntimos deseos de provocar, de atraer, de mostrar.
Ojo con eso, chicas!! Presten atención y revean, miren a su alrededor y no se dejen envolver con las fantasías que el diablo pone ante nuestros ojos para distraernos y hacernos pecar en grande manera.
40 DÍAS DE TRANSFORMACIÓN, Día 35:
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