Introducción al nuevo propósito: Parte 2

LAS ESCRITURAS DICEN que Dios diseñó y creó el casamiento para ser algo bueno. Él es un presente lindo e inestimable. Dios usa el casamiento para ayudarnos a terminar con la soledad, multiplicar nuestra eficacia, formar una familia, criar a los hijos, disfrutar de la vida y bendecirnos con una relación íntima. Pero, además, el casamiento nos muestra la necesidad de crecer y de enfrentar a nuestros propios problemas y el egocentrismo, con la ayuda de un compañero para toda la vida. Si se nos “enseña”,  vamos a aprender a hacer lo que es más importante en el matrimonio - AMAR. Esta poderosa unión que muestra la manera de amar incondicionalmente a otra persona imperfecta, es maravilloso, es difícil. Es un cambio de estilo de vida.

Este libro es sobre el amor, sobre el aprendizaje y sobre el desafío de vivir un relacionamiento amoroso. Y ese viaje se inicia con la persona que esté más cerca de usted: su cónyuge.  Que Dios los bendiga en esta aventura!!!

Pero este seguro de una cosa: usted debe tener coraje. Al aceptar este desafío, necesitará ser consciente, que en vez de seguir a su corazón, deberá dominarlo. El mundo dice para seguir a su corazón, pero si usted no logra dominar al suyo, entonces algo o alguien más lo hará. La Biblia dice que “engañoso es el corazón, más que todas las cosas.” (Jeremías 17:9), y el siempre perseguirá aquello que parece ser correcto en el momento.

Nosotras los desafiamos a ustedes a pensar de manera diferente, a escoger y direccionar su corazón para aquello que será mejor a lo largo del camino. Esta es la clave para un relacionamiento permanente y recompensador.

El viaje del desafío de amar no es un proceso para intentar hacer de su cónyuge la persona que usted quiere que sea. Seguramente usted ya descubrió que el esfuerzo por intentar cambiar a su marido o su esposa, terminó en fracaso y frustración. Por el contrario, se trata de un viaje de exploración y de una genuina demostración de amor, incluso cuando el deseo se termina y cuando las motivaciones están debilitadas. La verdad es que el amor es una decisión y no apenas un sentimiento. El no busca sus propios intereses, es sufrido y transformador. Y cuando el amor es demostrado verdaderamente, como fue planeado para ser, su relación tiene la oportunidad de cambiar para mejor.

En cada día de este viaje están incluidos tres elementos muy importantes:

Primero, un aspecto del amor será discutido. Lea cada una de esos aspectos cuidadosamente y esté abierto a un nuevo entendimiento de lo que significa amar a alguien verdaderamente.

Segundo, ustedes tendrán un desafío específico para hacer con su cónyuge. Algunos serán fáciles y otros bien desafiadores. Pero lleve cada desafío en serio y sea creativo y corajoso, lo suficiente para realizarlo. No desistan,  si situaciones externas, le impiden de completar un determinado desafío. Sólo tienen que hacerlo lo más rápido posible y continuar el viaje.

Por último, ustedes tendrán un espacio para anotar lo que están aprendiendo, haciendo y cómo está reaccionando su cónyuge.

Es importante que ustedes aprovechen ese espacio para registrar lo que está aconteciendo con usted y su cónyuge a lo largo del camino. Su progreso estará registrado en esas notas que probablemente se tornaran inestimables para usted en el futuro.

Recuerden, ustedes tienen la responsabilidad de proteger y guiar a su corazón. No desistan y no queden abatidos. Decidan dirigirlo y seguir así hasta el fin. Aprender a amar verdaderamente es una de las cosas más importantes que ustedes harán.

“Y AHORA PERMANECEN LA FE,

LA ESPERANZA Y EL AMOR, ESTOS TRES;

PERO EL MAYOR DE ELLOS ES EL AMOR.”

1 Corintios 13:13

“SI YO HABLASE LENGUAS HUMANAS Y ANGÉLICAS,

Y NO TENGO AMOR,

VENGO A SER COMO EL METAL QUE RESUENA,

O CÍMBALO QUE RETIÑE.

Y SI TUVIESE PROFECÍA, Y ENTENDIESE

TODOS LOS MISTERIOS Y TODA CIENCIA,

Y SI TUVIESE TODA LA FE,

DE TAL MANERA QUE TRASLADASE TODOS LOS MONTES,

Y NO TENGO AMOR, NADA SOY.

Y SI REPARTIESE TODOS MIS BIENES

PARA DAR DE COMER A LOS POBRES,

Y SI ENTREGASE MI CUERPO PARA SER QUEMADO,

Y NO TENGO AMOR,

DE NADA ME SIRVE.”

1 Corintios 13:1-3