jueves, 12 de noviembre de 2015

Día 9 del Desafío



DÍA 9: EL AMOR CAUSA UNA BUENA IMPRESIÓN

Saludaos unos a otros con un beso de amor. (1 Pedro 5:14)

Hasta   ahora,   has   tratado   muchos   temas importantes   en   esta travesía.   Aprender   a   demostrar   aspectos   del   amor   como   la paciencia,  la bondad y el aliento no  siempre es fácil pero  sin duda es fundamental para una relación saludable. Así que quizá parezca intrascendente hablar sobre la manera en que saludas a tu cónyuge todos  los  días,  pero  esta  pequeña  cuestión  tiene  una  importancia sorprendente.

La manera en que una pareja se saluda dice mucho de su relación. Se puede ver en la expresión, el semblante y en la manera en que se hablan.  El  contacto  físico  lo  hace aún más  evidente.  ¿Pero  cuánta importancia deberías darle a un saludo?

La  Biblia  tiene  para  decir  sobre  los  saludos  más  de  lo  que  quizá supongas.  El  apóstol  Pablo  se  tomó  tiempo  para  alentar  a  sus lectores a saludarse con calidez cuando se encontraran.

Es  más,  cerca  del  final  de  su  carta  a  los  romanos,  les  pidió  a  los creyentes  que  saludaran  de  su  parte  a  27  de  sus  amigos  y  seres queridos.  Incluso  se  tomó  el  tiempo  para  enumerarlos  por  su nombre. 

Sin  embargo,  no  se  trata  solo  de  tus  amigos.  Jesús  observó  en  el Sermón del Monte que aún los paganos les hablan con amabilidad a  las  personas  que  quieren.  Eso  es  sencillo  para  cualquiera.  Sin embargo,  Jesús  fue  más  allá  y  dijo  que  para  ser  piadoso,  también había  que  ser  lo  suficientemente  humilde  y misericordioso como para tratar con bondad a los enemigos.

Esto   plantea   una   pregunta   interesante.   ¿Cómo   saludas   a   tus amigos,  a  tus  compañeros  de  trabajo  y  a  tus  vecinos?  ¿Y  a  tus conocidos y a los que encuentras en público?

Quizá te encuentras con alguien que no te agrada demasiado, pero lo saludas por cortesía. Así que si eres tan agradable y educado con las  demás  personas,  ¿no  se  merece  tu  cónyuge  lo  mismo?  ¿Diez veces más?

Es  probable  que no  pienses  en  esto  muy  a menudo:  en lo  primero que le dices a tu pareja al despertar por la mañana, en la expresión de tu rostro cuando entras al auto, en la energía de tu voz cuando hablas    por    teléfono;    pero    aquí    tienes    otra    cuestión    que probablemente no te detengas a considerar: lo distinto que sería el día de tu cónyuge si expresaras con todo tu ser lo feliz que estás de verlo.

Cuando  alguien  comunica  que  está  feliz  de  verte,  aumenta  tu autoestima.  Te  sientes  importante  y  valorado  porque  un  buen saludo crea un marco para una interacción positiva y saludable. Al igual que el amor, te impulsa a seguir adelante.

Recuerda  la  historia  del  hijo  pródigo  que  contó  Jesús.  Este  joven rebelde exigió el dinero de su herencia y lo malgastó en un estilo de vida  insensato;  pero  pronto,  sus  malas  decisiones  lo  alcanzaron  y llegó a comer las sobras de una pocilga. Humillado y avergonzado, ensayó sus disculpas e intentó pensar en la mejor manera de volver a  su  casa  y  enfrentar  a  su  padre.  Sin  embargo,  no  lo  recibieron como  esperaba. “Y  cuando  todavía  estaba  lejos,  su  padre  lo  vio  y sintió compasión por él, y corrió, se echó sobre su cuello y lo besó”(Lucas 15:20).

De  todas  las  posibles  situaciones  que  este  joven  había  imaginado, es probable que esta haya sido la última que esperaba. ¿Cómo crees que  se  sintió  al  recibir  el  abrazo  de  su  padre y  escuchar  su  tono agradecido?  Sin  duda,  se  sintió  amado  y  apreciado  una  vez  más. ¿Cuál crees que fue el resultado en la relación entre ellos?

¿Qué  clase  de  saludos  harían  que  tu  pareja  se  sintiera  de  esa manera?  ¿Cómo  podrías  despertar  sus  distintos  sentidos  con  una simple  palabra,  un  toque  o  un  tono  de  voz?  Un  saludo  amoroso puede  bendecir  a  tu  cónyuge  por  medio  de  lo  que  ve,  escucha  y siente.

Piensa en las oportunidades que tienen de saludarse regularmente. Cuando llegas a casa. Cuando se encuentran a almorzar. Cuando se dan las buenas noches. Cuando hablan por teléfono.

No es necesario que seas siempre audaz y espectacular; pero añadir calidez  y  entusiasmo  al  trato  te  da  la  oportunidad  de  tocar  el corazón de tu pareja de maneras sutiles y tácitas.

Piensa en tu forma de saludar. ¿La usas bien? ¿Tu cónyuge se siente valorado   y  apreciado?   ¿Se   siente   amado?aún si   no   se   están llevando  muy  bien,  puedes  disminuir  la  tensión  y  otorgarle  valor por tu modo en que lo saludas.

Recuerda,  el  amor  es  una  decisión.  Así  que  decide  cambiar  tu forma de saludar. Elige amar.

El desafío de hoy

Piensa  una  manera  específica  en  la  que  te  gustaría  saludar hoy  a  tu  cónyuge.  Hazlo  con  una  sonrisa  y  con  entusiasmo. Luego  decide  cambiar  tu  forma  de  saludar  para  reflejar  tu amor por él.

__Haz una marca aquí cuando hayas completado el desafío de hoy.

¿Cuándo  y  en  dónde  elegiste  llevar  a  cabo  tu  saludo  especial? ¿Cómo cambiarás tu forma de saludar de ahora en adelante?

"Porque tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque a través de ti, hermano, los corazones de los santos han sido renovados." (Filemón 7)

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