martes, 24 de noviembre de 2015

Día 14 del Desafío

DÍA 14: EL AMOR SE DELEITA

"Goza de la vida con la mujer que amas todos los días de tu vida fugaz." 
Eclesiastés 9:9

Una  de  las  cuestiones  más  importantes  que  deberías  aprender  en este  viaje  que  el  amor  te  desafía  es  que  no  puedes  simplemente seguir   tu   corazón.   Debes   guiarlo.  No   debes   permitir  que   tus sentimientos  y  emociones  te  conduzcan.  Debes  colocarlos  en  el asiento trasero y decirles adonde irás.

En tu relación matrimonial, no siempre tendrás deseos de amar. Es poco  realista  esperar que  tu  corazón  se  estremezca  al  pensar  en pasar  cada  momento  con  tu  cónyuge.  Nadie  puede  mantener  un deseo  ardiente  de  unión  que  depende  solo  de  los  sentimientos; pero también es difícil amar a alguien sólo por obligación.

Un recién casado se deleita en la persona que ahora es su cónyuge. Su amor es fresco y joven, y en el corazón persisten esperanzas de un  futuro  romántico.  Sin  embargo,  hay  algo  que  tiene  el  mismo poder  que  ese  amor  fresco  y  nuevo.  Viene  de  la  decisión  de deleitarte  en  tu  cónyuge  y  de  amarlo  sin  importar  cuánto  tiempo hayas  estado  casado.  En  otras  palabras,  el  amor  que  decide  amar tiene  el  mismo  poder  que  el  amor  que  tiene  deseos  de  amar.  En muchos aspectos, es un amor más verdadero porque tiene los ojos bien abiertos."

Si depende de nosotros, siempre nos inclinaremos a desaprobar al otro.  Ella  te  crispará  los  nervios.  Él  te  sacará  de  quicio.  Tengamos en  cuenta  que  nuestros  días  son  demasiado  cortos  como  para gastarlos discutiendo por nimiedades. La vida es demasiado fugaz. 

En  cambio,  es  hora  de  guiar  tu  corazón  una  vez  más  a que  se deleite en tu cónyuge. Disfruta de tu cónyuge. Toma la mano de tu esposa y busca su compañía. Desea conversar con esposo. Recuerda por  qué  te  enamoraste  de  su  personalidad.  Acepta  a  esta  persona (con  sus  peculiaridades  y  todo)  y  vuelve  a  recibirla  con  los  brazos abiertos en tu corazón.

Una  vez  más,  puedes  elegir  lo  que  atesoras.  Tus  preferencias  no vienen  programadas  de  nacimiento  ni  estás  destinado  a  actuar  de acuerdo  a  ellas.  Si  eres  irritable,  es  porque  decides serlo.  Si  no puedes  funcionar  sin  una  casa  limpia,  es  porque  has  decidido  que no puedes hacerlo de ninguna otra manera. Si fastidias a tu pareja más  de  lo  que  la  elogias,  es  porque  has  permitido  que  tu  corazón sea egoísta. Te has dejado llevar por la crítica.

Así que ya es hora de sacar tu corazón de allí. Es hora de aprender a deleitarte en tu cónyuge una vez más, y podrás observar cómo tu corazón comienza a disfrutar de su persona.

Quizá  te  sorprenda  descubrir  que  la  Biblia  tiene  muchas  historias de amor romántico, y ninguna es tan evidente ni provocativa como la  que  aparece  en  los  ocho  capítulos  del  Cantar  de  los  Cantares. Escucha  cómo  estos  dos  amantes  se  deleitan  mutuamente  en  este libro poético...

La  esposa:  "Como  el  manzano  entre  los  árboles  del  bosque, así es mi   amado   entre   los  jóvenes.   A   su   sombra   placentera   me   he sentado, y su fruto  es dulce a mi paladar. Él me ha traído a la sala del  banquete,  y  su  estandarte  sobre  mí  es  el  amor"  
(Cantar  de  los Cantares 2:3-4).

El  esposo:  "Levántate  amada  mía,  hermosa  mía,  y  ven  conmigo. Paloma  mía,  en  las  grietas  de  la  peña,  en  lo  secreto  de  senda escarpada,  déjame  ver  tu  semblante,  déjame  oír  tu  voz;  porque  tu voz es dulce, y precioso tu semblante" (Cantar de los Cantares 2:13-14).

¿Demasiado sensiblero? ¿Demasiado empalagoso? No para los que guían su corazón a deleitarse en la persona que aman...aún cuando se acaba lo nuevo,aún cuando ella use ruleros en la cabeza y él esté perdiendo  el  cabello. Es  hora  de  recordar  por  qué  te  enamoraste una vez. Es hora de volver a reír; de volverá coquetear; de volver a soñar. Y de hacerlo con placer.

El desafío de hoy puede llevarte a un cambio verdadero y radical en tu  manera  de  pensar.  En  el  caso  de  algunos,  quizá  solo  sea necesario  un  pequeño  paso  para  llegar  al  deleite.  En el  caso  de otros,  puede  ser  necesario  un  salto  gigante  desde  la  indignación constante.

Lo cierto es que si alguna vez te deleitaste (y sí lo hiciste cuando te casaste)  puedes  volver  a  hacerlo.  No  importa  si  ha  pasado  mucho tiempo.  No  importa  si  han  sucedido  muchas  cosas  que  cambiaron tu percepción.

Tienes la responsabilidad de volver a encontrar lo que amas de esta persona a la que te has prometido para siempre.

El desafío de hoy

Con  determinación,  deja  de  lado  una  actividad  que  hagas  en general  para  poder  pasar  tiempo  de  calidad  con  tu  cónyuge. Hagan   algo   que   a   tu   cónyuge   le   encantaría   hacer   o   un proyecto  en  el  que  sabes  que  quiere  participar.  Simplemente, pasen tiempo juntos.

__Haz una marca aquí cuando hayas completado el desafío de hoy.

¿Qué decidiste dejar de lado? ¿Qué hicieron juntos? ¿Cómo les fue? ¿Qué  cosa  nueva  descubriste  (o  volviste  a  descubrir)  sobre  tu cónyuge?

"Dame {...] tu corazón, y que tus ojos se deleiten en mis caminos." (Proverbios 23:26)

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