jueves, 29 de enero de 2015

Cómo guardar el corazón?

Nuestros ojos ven tantas cosas y oímos hasta lo que no debemos, -después de todo no vivimos dentro de una cápsula-. 


Hay cosas que no se pueden evitar, porque seguimos viviendo en el mundo y aunque queramos no podemos ocultarnos.

Hay pensamientos que nos bombardean todo el tiempo sin dejarnos respirar; ocurren malentendidos, injusticias, acusaciones, maltratos, y muchas veces no sabemos como lidiar con ellas. 

Dejamos que vayan directamente a nuestro corazón, logrando que nos llenemos de basura; y así, nos cueste mantenernos puras y limpias delante de Dios.
¿Cómo lidiar con tantos pensamientos, sin contaminar el corazón?

Guardar el corazón abarca mente, voluntad y emociones. O sea es algo interno que se muestra a través de las actitudes; incluyendo lo que es dicho, visto y hecho.

Pero, entonces, ¿cómo guardarlo? Vamos a ver lo que dice la Palabra de Dios (Proverbios 4:23-27) :
"Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida."

En primer lugar, debemos crear esa conciencia. No podemos permitir que ningún mal sentimiento exista adentro nuestro. Después de todo, donde hay oscuridad, la luz no puede existir. Tenga en mente, que si no guarda su corazón pone en riesgo su Salvación.

"Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la iniquidad de los labios."
Guardar el corazón es también cuidar lo que se dice, no hablar cosas perversas, falsas, que contaminen el interior. Como Jesús dijo: "no lo que entra en la boca contamina al hombre mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre." (Mateo 15:11) 

Las palabras son las que muestran lo que está dentro de cada persona.
"Tus ojos miren lo recto, y dirijanse tus párpados hacía lo que tienes delante."

Lo que vemos también puede ensuciar nuestro corazón. La clave es no tener malos ojos. La persona que lo ve todo con maldad tiene la tendencia a juzgar  y quiere hacer justicia con sus propias manos.
No es fácil ver actitudes erradas y escuchar cosas absurdas sin reaccionar. Por eso, lo mejor es mirar para sí mismo y no asumir el riesgo de guardar rencores.

"Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean rectos. No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal." 

Vive lejos del mal sin apartarte de la Palabra de Dios.
*Analízate y responde: 

¿Qué camino he seguido, el del bien o el del mal?
*Y guarda este consejo: No te  preocupes por lo que los otros puedan pensar de ti, pero sí preocúpate por lo que Dios piensa de ti.
*Entonces, vamos a cuidarnos para no hablar lo indebido sino lo justo y necesario; no tener malos ojos sino tratar de entender su falta de conversión; y que lo que oímos, sea siempre lo bueno, aquello que nos edifica y nos llena del Espíritu de Dios. No deje entrar el chusmerío, ni las críticas, para que usted no haga lo mismo.

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