martes, 24 de febrero de 2015

Serie, Mujeres de la Biblia: "Abigail"



Abigail

"... Era aquella mujer de buen entendimiento y de hermosa apariencia..." 
1 Samuel 25: 3

Abigail era una mujer que defendía lo suyo, de un espíritu diferente, de un rápido reaccionar. 
Era una mujer influyente que confiaba plenamente en Dios y estaba siempre dispuesta a servir, porque seguía el ejemplo del Señor. 


Mujer valiente que hizo lo mejor en una situación difícil, enfrentando todos los obstáculos y problemas que se les presentaba, a causa de los malos tratos que su esposo ejercía.
Ella buscaba la manera de llegar a una solución, ya que era una mujer pacificadora, y realizaba la mediación para evitar que los problemas se agrandaran.

Por eso David la honro de la siguiente manera:
"Bendito sea el Señor Dios de Israel, que te envió para que hoy me encontrases. Y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú, que me has estorbado hoy de ir a derramar sangre, y a vengarme por mi propia mano." 
1 Samuel 25: 32-33

Ella arriesgo su vida para pedir perdón en el nombre de su esposo y misericordia, esa actitud hizo que David la respetara por ser una mujer bondadosa, sublime y llena de amor para dar, y servicial por sobre todas las  cosas. Ella reflejaba el espíritu de Dios y su belleza era tanto interna como externa, por eso David perdono su vida, por esa actitud de no tener miedo a enfrentarlo a él ni de negar su fe.

"... Sube en paz a tu casa, y mira que he oído tu voz, y te he tenido respeto." 
1 Samuel 25: 35

Es mas, soporto, como esposa fiel, el mal carácter de Nabal, y no permitió nunca ser victima de las circunstancias ni mucho menos dejo que los años que vivió al lado de Nabal la volviesen amargada y negativa, sino que esperaba en la providencia de Dios. Confiaba en que Él iba a mejorar su vida.

No tuvo que esperar mucho para ver el poder de Dios, ya que el Señor la honró por su consistencia, su generosidad y por su disposición de hacer lo que es correcto, sin importar las dificultades. 

Nabal murió y David la mandó a llamar para volverla su esposa.

Lo que entendí es que nosotras debemos seguir el ejemplo de Dios y servir con amor y placer. Buscar siempre la paz. Dedicar parte de nuestro tiempo para tratar los problemas de las personas, de manera que puedan confiar en nosotras y; así, lograr convencerla de su error o calmarla, de su indignación. Ser mediadoras entre la persona y Dios, buscar ser justas y no dejarnos llevar por una parte de la historia sino escuchar las dos campanas, porque sino se genera una guerra.

Esperar en Dios, dejar que Él actúe en nuestras vidas y que sea Él quien decida cual es el hombre perfecto para nosotras. No amargarnos y volvernos negativas porque vemos pasar el tiempo y nuestra situación no cambia o lo que deseamos obtener no llega. Todo tiene su tiempo. 

Acercarnos a las personas que llegan por primera vez, conversar con ellas y orientarlas; y, a aquellas que son maltratadas por las personas que ya están dentro de la iglesia. Mostrar que no todas somos iguales y que el Espíritu de Dios mora en nosotras. Ser bondadosas, fieles, entender a las personas, y resivir con los brazos abiertos a todos los que vienen en búsqueda de ayuda. Siempre hacer lo correcto y confiar en que Dios nos va a honrar en el momento exacto. Enseñar que la belleza viene de adentro y no de afuera, que la Mujer de Dios no vive de apariencias sino que tiene su personalidad definida, y no necesita imitar a nadie.

Buscar la misericordia de todos los ungidos de Dios, siendo humildes para reconocer que solo estamos para servir. Y no dejar que Dios nos castigue. Y hacer que nos respeten, no imponiendo nuestra presencia sino ganándola.

Entonces:*Medite y pregúntese si usted seria capaz de superar todos los problemas confiando solamente en Dios. Y que clase de mujer quiere ser usted? Del mundo o con el carácter de una mujer de Dios?


3 comentarios:

  1. Excelente serie!.....
    Es verdad, Abigail fue una mujer sabia y esa sabiduría solo la tenemos en el temor a Dios!

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  2. hermosa historia me encanto buscar la misericordia de todos los ungidos de Dios, siendo humildes para reconocer que solo estamos para servir. Y no dejar que Dios nos castigue. Y hacer que nos respeten, no imponiendo nuestra presencia sino ganándola. así es sabias palabras muchos queremos ser respetados pero a la fuerza deberos ser sabias como Abigail con mucho temor a Dios

    diana teresita galaz

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  3. Podemos aprender de Abigail que fue una mujer virtuosa llena de la gracia y envuelta de la presencia de Dios para tener ese discernimiento tan acertado

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