Cuando hacemos algo incorrecto, nuestra conciencia se convierte en nuestra enemiga. Sufrimos por pensamientos y sentimientos de acusación periódicamente, todas las veces que nos acordamos del tema. ...
¿Cómo librarse de eso?
1. Si todavía no dejó de hacer de lo incorrecto, pare inmediatamente.
2. Cambie los hábitos y rutinas que lo condujeron hasta eso por otros mejores, para no caer nuevamente. Haga los ajustes y cambios necesarios para eso, por ejemplo, cortar con una amistad o simplemente borrar el historial de la computadora.
3. Confíesele su error a Dios. ¿Por qué? Porque eso lo hace rendirle cuentas a Alguien mayor que usted. Porque Él es quién da el mayor perdón y nos ayuda a perdonarnos.
4. Si su error perjudicó a alguien, restituyalo. Corríjase. Borre el mal haciéndole el bien a esa persona.
5. Considere los beneficios de revelar y confesar; no por usted sino por quien necesita oír su confesión. Pregúntese: "¿Esa persona NECESITA que yo se lo confiese? ¿Va a ayudarla? ¿Mejorará las cosas? ¿Es mejor que lo oiga de mí que de otros?"
6. Comparta su problema con alguien. Su Pastor u otra persona en condiciones morales y espirituales sanas pueden serle extremadamente útiles y ayudarle a tener una nueva perspectiva sobre el tema.
7. Aprenda con su error. Observe lo difícil que es limpiar la conciencia. ¿Vale la pena ensuciarla otra vez?
No hay almohada más blanda que una conciencia limpia. Cuídela!!!
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