miércoles, 25 de septiembre de 2013

Ayuno de Daniel 3 dia

Lo Que Esta Escondido Necesita Ser Encontrado 

Chicas hoy tendremos algo del blog de la Sra. Cristiane escrito por la Sra Nanda Bezerra Espere que sea rebelador como a mi

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El otro día, Dios me reveló algo muy fuerte que inclusome hizo llorar.
“Mi Dios, quiero ser mejor y no cometer los mismos errores que en el pasado. Quiero darme cuenta en donde fallé. Quiero corregirme y nunca más actuar de la misma forma”.
Esa era mi oración, pero no fue solamente una vez, fueron muchas veces con palabras diferentes, pero en el mismo contexto. Fueron muchas, pues parecía no haber respuesta, yo oraba, pero aún no sabía en donde había fallado.
En realidad, muchas eran las razones que encontraba, pero en el fondo, sabía que no eran la raíz del problema, eran razones superficiales que no me impedirían cometer el mismo error de nuevo.
Comencé a volver al pasado, visité el problema en mi memoria, visité otras situaciones parecidas, me investigué a mí misma. Fue algo doloroso al comienzo y me pregunté… “¿Por qué duele tanto?”
“¡NO TE HAGAS LA VÍCTIMA!” fue la respuesta dura y clara que recibí.
“¿La víctima, yo?” pensé, un poco herida.
“MIRATE AHÍ NUEVAMENTE, AÚN HACIENDOTE LA VÍCTIMA! BASTA DE SENTIR PENA DE TI MISMA POR LO QUE SUCEDIÓ, SI ES QUE REALMENTE QUIERES ENCONTRAR EL PROBLEMA!”
Entendí  en ese momento la razón de porqué era doloroso… Sentía lástima de mi misma…
Esa pena, me cegaba y no me dejaba ir adelante, llegar a la raíz…
Lástima de mí, haciéndome la víctima… No sería eso una forma de orgullo para no aceptar mi error??!!!
Comencé entonces a cuestionar mis emociones, que antes parecían tan inocentes, pero ahora viendo lo que eran en realidad!
Lobos en la piel de cordero para, inocentemente, derrumbarme. ¡Orgullo maldito, sale de mí!
Me desahogué delante de Dios, reconocí mi error y pedí perdón…
No era suficiente, ¡aún tenía que descubrir la raíz!
Continué mi búsqueda y después que eliminé el problema que mencioné arriba, no fue difícil descubrir el otro, pues sin sentir lástima de mí, puede ver sin emociones.
¿Qué quiero decir con eso?
No importa cuán “perfecta”, “santita”, “en una buena”, “sin problemas” nos encontremos en el momento, tenemos que hurgarnos.
Los errores existen, pero si tú no hurgas, no los encuentras, no cambias y si no cambias, más tarde o más temprano sufrirás las consecuencias.
Existen algunas señales evidentes de que necesitamos urgentemente hurgarnos, encontrar la raíz y cortarla:
1- Siempre estás enredada en los mismos problemas. Sucedió una vez y lo mismo sucede de nuevo y de nuevo.
2- No ves el resultado de tu fe.
3-Parece que Dios no oye y no responde.
4- Todo parece salir mal en tu vida.

Estos son apenas algunas que me vinieron a la cabeza, creo que hay más…
Recuerden, el problema NUNCA ES DE DIOS! NUNCA ES SU CULPA!
Otro consejo importante:
• Dios permite los problemas para que aprendamos, pero si colocamos la culpa en otras personas relacionadas, NUNCA aprenderemos. Si tú estabas relacionada, olvida a los otros y busca aquello que Dios quiere mostrarte a TI!
Tarea
“Hurga, encuentra el error, pide perdón, piensa en cómo cambiar y colócalo en práctica”.
Esto ayudará mucho también, pues cuando no miramos nuestros propios errores, tenemos la “tendencia” a mirar para los costados y querer hurgar en los errores de los otros.
Con seguridad, lo que encontrarás no será nada agradable, tal vez te haga llorar, pero cuestiona tus emociones y no pares por ahí…

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